sábado, 8 de octubre de 2016

Ingenieros militares o arquitectos

Escudo de Ingenieros Militares de Melilla (RING 8)
Los Ingenieros Militares siempre estuvieron en contacto intelectual con las innovaciones y los descubrimientos científicos más vanguardistas, lo que permitió convertirse en una poderosa élite dentro de la estructura militar, y en la corporación del estado con conocimientos técnicos más altamente especializados. Intervenían en construcción y conservación de edificios de interés estratégico y defensivo, en todas las obras públicas y en el desarrollo de las comunicaciones.

Las Academias de Ingenieros Militares compartían con las distintas instituciones del Cuerpo una misma finalidad: lograr una óptima formación teórica y práctica en las materias de interés para la profesión, siendo objeto de principal importancia el estudio de la construcción en sus múltiples vertientes. Objetivo armonizado en los planes de estudios con una gran variedad de obras de consulta. El Museo de Ingenieros albergaba en sus salas completos repertorios de construcción, contando su Biblioteca con publicaciones actualizadas sobre construcción.

Cuartel de Ingenieros en 1909
En la promoción y progreso profesional además de la antigüedad, contaban los méritos y la capacidad, fijando la Ordenanza del Cuerpo de Ingenieros Militares para los Tenientes y Capitanes, la obligatoriedad anual de elaborar necesarios dictámenes o proyectos denominados memorias, afianzándose en el hábito de escribir las ideas e insistiendo en las cuestiones más importantes para el servicio. En estas memorias reglamentarias anuales prueban su instrucción científica, su capacidad de documentación y solvencia de conocimientos más allá de conclusiones generales, teniendo repercusión en proyectos de arquitectura e ingeniería, prolijos siempre en la práctica constructiva. Priorizando la atención ante los nuevos materiales y los nuevos trabajos de difusión internacional, los Ingenieros Militares desarrollan con ejemplar profundidad todo un despliegue de actividades constructivas, de tratados y publicaciones específicas de arquitectura e ingeniería, tanto históricos como contemporáneos. Dando solución a necesidades concretas, materializan y planifican la idea en el diseño y piensan en la construcción tanto en la teoría como en la práctica, fundamentándose siempre en la técnica, los materiales, las herramientas, su organización, las condiciones y modos de trabajo, etc., en una fluida visión espacio temporal de la construcción en correspondencia de lo contemporáneo con la revisión de sus fuentes, conocimientos todos ellos completados a lo largo de su carrera con la práctica continuada. Recibiendo el estímulo profesional de ser enviadas por su consulta a la Academia y a la Biblioteca del Museo.

Casa de Socorro de Tomás Moreno Lázaro
La principal "cantera" de ingenieros, no menos de 100 que participaron activamente en la construcción de la ciudad, realizando proyectos de arquitectura y planes de urbanismo, venían de la Comandancia de Obras.

De los 3 ingenieros militares destinados a Melilla en el 1897, pasamos en 1921 al 4,2% de los ingenieros del ejército español y en 1931 al 7%. Según su año de ingreso en la Academia de Ingenieros y su año de nacimiento fueron muchos los ingenieros que tuvieron algo que ver con la arquitectura y el urbanismo, agrupados por grupos tenemos:

  • Los nacidos entre 1841 y 1848 (promociones de 1857-1866). Aquí se incluyen los ingenieros que realizan el primer planeamiento urbanístico y defensivo de Melilla, como Francisco Roldán y Vizcaíno, Domingo Lizaso y Azucárate, Julián Chacel García. También la primera arquitectura de los ensanches del Mantelete y del Polígono.
  • Los nacidos entre 1857 y 1864 (promociones de 1874-1881). A ellos se debe la arquitectura de los primeros ensanches, Carmen, Buen Acuerdo y primera fase de Reina Victoria.
  • Los nacidos entre 1865 y 1875 (promociones entre 1883 y 1893). Trabajaron en la arquitectura de Melilla entre 1907 y 1912. Como los hermanos Carmelo y Droctoveo Castañón Reguera.
  • Los nacidos entre 1875 y 1887 (promociones entre 1893 y 1903). Trabajaron en obras de arquitectura entre 1909 y 1921, aquí encontramos los principales ingenieros de la Junta de Arbitrios que contribuyeron a la planificación urbana de Melilla, como Ramón Abenia González, Tomás Moreno Lázaro, José de la Gándara Cavidades, Eusebio Redondo Ballester y Francisco Carcaño Más. Otros se dedicaron a la construcción privada o a diversos negocios industriales, Emilio Alzugaray Goicochea, Juan Nolla Badía, Enrique Álvarez Martínez.
  • Los nacidos entre 1890-1899 (promociones entre 1905 y 1919). Los últimos ingenieros de la Junta de Arbitrios, Jorge Palanca y Martínez Fortín y José Pérez Reina.
Enrique Nieto en el centro de la Ciudad
Todos estos ingenieros son los que se dedicaban a obras de urbanismo y arquitectura.

Las empresas de obra pública, que contaban con ingenieros en sus plantillas como la Transatlántica se ocupó de la construcción del puerto a través del ingeniero Fernando de Arrigunaga. En las compañías mineras también trabajaban ingenieros que acabarían haciendo arquitectura como Alfonso Gómez-Jornada Souza, años diez; Fermín Ponte Manso de Zúñiga, años veinte; Julio Castro Núñez, años cincuenta, pero el más importante fue Luis García Alix.

La promoción entre el número de ingenieros y arquitectos asentados en Melilla hasta 1928 no bajó de 1 a 70, ese uno fue Enrique Nieto, único arquitecto activo desde 1909 hasta 1928.

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